27 febrero 2009
Saludos lectores.
En esta ocasión os presento la historia de la momia d la catedral.
Nada tiene que ver el Obispo Insepulto con la popular "Momia de la Catedral", que de generación en generación se va cundiendo que existe, y nada más lejos de la realidad, si bien sí es cierto que existió porque en el lugar que hoy ocupa el Museo Catedralicio se encontraba un Panteón, en donde eran enterrados los prebendados. Con motivo de unas obras que se llevaron a cabo en ese Panteón, se pudo observar que uno de los cadáveres allí enterrado perteneciente, al parecer, a don Francisco Ventura de Camba, se conservaba «entero y flexible», lo que motivó que se iniciara una cada vez más elevada afluencia de giennenses y turistas para contemplarlo. Tan elevado llegó a ser el numero de personas que iban a ver a la Momia de la Catedral, y tan popular se estaba haciendo, que motivo una reunión del Cabildo Catedralicio e día 13 de enero de 1834 en la que el Deán don Juan José de La Madrid expuso, con todo tipo de detalles, su malestar porque no se habían cumplido las disposiciones dictadas para que este cadáver estuviese con el resguardo, decoro y decencia correspondiente. Esto motivó que el Cabildo encargara al superintendente de fábrica una urna de cirstal, en posición vertical, revestido de buenos ornamentos, exponiéndose la misma en el acceos al Panteón.
Allí permaneció hasta unos años antes de la guerra civil , hasta que un joven visitante, para verla mejor, acercó impudentemente un cabo de vela, prendiendo súbitamnete en rápida llamarada quedando desde entonces de la momia tan solo su recuerdo.
Desde luego fue una visita bastante desafortunada y para que el recuerdo de esta momia no quede en el olvido he plasmado su historia en esta noticia.
Un saludo.
En esta ocasión os presento la historia de la momia d la catedral.
Nada tiene que ver el Obispo Insepulto con la popular "Momia de la Catedral", que de generación en generación se va cundiendo que existe, y nada más lejos de la realidad, si bien sí es cierto que existió porque en el lugar que hoy ocupa el Museo Catedralicio se encontraba un Panteón, en donde eran enterrados los prebendados. Con motivo de unas obras que se llevaron a cabo en ese Panteón, se pudo observar que uno de los cadáveres allí enterrado perteneciente, al parecer, a don Francisco Ventura de Camba, se conservaba «entero y flexible», lo que motivó que se iniciara una cada vez más elevada afluencia de giennenses y turistas para contemplarlo. Tan elevado llegó a ser el numero de personas que iban a ver a la Momia de la Catedral, y tan popular se estaba haciendo, que motivo una reunión del Cabildo Catedralicio e día 13 de enero de 1834 en la que el Deán don Juan José de La Madrid expuso, con todo tipo de detalles, su malestar porque no se habían cumplido las disposiciones dictadas para que este cadáver estuviese con el resguardo, decoro y decencia correspondiente. Esto motivó que el Cabildo encargara al superintendente de fábrica una urna de cirstal, en posición vertical, revestido de buenos ornamentos, exponiéndose la misma en el acceos al Panteón.
Allí permaneció hasta unos años antes de la guerra civil , hasta que un joven visitante, para verla mejor, acercó impudentemente un cabo de vela, prendiendo súbitamnete en rápida llamarada quedando desde entonces de la momia tan solo su recuerdo.
Desde luego fue una visita bastante desafortunada y para que el recuerdo de esta momia no quede en el olvido he plasmado su historia en esta noticia.
Un saludo.
1 comentarios:
Esto de las leyendas tiene su aquel, Jaén es una ciudad en la que se recuerdan muchas, ahora bien otra cosa es que esten bien documentadas, no deja de ser interesante conocerlas, esta esta bien y yo no la conocia, la del obispo si,ánimo Javier, sigue investigando y publicando.
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